Cuando Pati y Xabi me contactaron para organizar su reportaje de bodas, me sorprendió la calidez que desprendían. Cada gesto, cada mirada entre ellos estaba cargada de un cariño y una complicidad que me hicieron pensar que la suya sería una boda realmente especial. Y vaya que sí lo fue. Reí, bailé, me lanzaron por los aires (¡dos veces!) y acabé llorando abrazada a la videógrafa. Fotógrafa y videógrafa a lágrima viva en mitad de su jornada de trabajo.
Seguro que habréis escuchado alguna vez que hay dos tipos de familia: la familia que uno tiene, y la familia que uno escoge. Esas personas especiales que vas encontrando y que deciden acompañarte en tu camino. Pati y Xabi celebraron una de las bodas más emotivas y locas que he tenido la ocasión de retratar hasta la fecha. Rodeados de todas las clases de familia que uno puede desear, compartiendo su amor y esa calidez maravillosa que desprenden. Fue un día lleno de detalles y momentos únicos.
Ha sido un verdadero honor poder ser parte de esto, y os doy las gracias de corazón por confiar en mí para algo tan especial.
Os deseo toda la felicidad del mundo, a vosotros y a vuestra increíble familia.
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Xabi dice:
El placer ha sido nuestro Ania. Ni en mis mejores sueños había imaginado un trabajo tan cuidado, bonito y especial. Ver vuestras fotos es como ver paso a paso el día de la boda. No os dejasteis nada. Y que decir de vuestra calidad humana, fuisteis unas invitadas más!! Muchas gracias por todo y contaremos con vosotros segurisimo otra vez.